Lleva varios años la Federación Estatal de Compañías y Empresas de Danza (FECED) defendiendo una situación digna para la danza en este país y tratando de mejorar las condiciones del sector. Con perseverancia. Y por diversos caminos. En el de la acción, y con grandes dosis de creatividad, se enmarca el último proyecto audiovisual que FECED acaba de lanzar y que ha bautizado como Un lugar para la danza. Es esclarecedor, este título. Y con él se reivindican varias cosas alrededor de este arte en este país. Por ejemplo, un centro nacional para la danza, en el que los dos colectivos públicos (Compañía Nacional de Danza y Ballet Nacional de España) puedan mostrar sus trabajos de manera continuada y estable. Y la accesibilidad de centros existentes públicos, hoy con poco o ningún uso, para coreógrafos, bailarines y compañías de todo el territorio nacional. “Entendemos que las dos compañías nacionales de danza deben tener un lugar permanente de exhibición”, declara a UNBLOGDEDANZA Claudia Morgana, coordinadora de FECED. “Y reivindicamos también que el resto de compañías, creadores y bailarines, puedan acceder a este centro nacional para la danza y otros espacios ya existentes a lo largo de todo el país, infrautilizados en la actualidad. Y con una remuneración digna. Que cuando se realice una actividad profesional en un espacio público, no se intente pagar únicamente con la cesión de uso”.
La iniciativa Un lugar para la danza, con formato de vídeo y espíritu de acción, ideada y dirigida por Yolanda Domínguez para FECED, muestra a un destacado grupo de intérpretes de la escena dancística actual (Teresa Nieto, Mónica Runde, Chevi Muraday, Manuel Liñan, Daniel Doña y Marco Flores, María Encinas Vaskova, David Gutierrez, Daniela Merlo, Cristina Masson, Raquel Ruíz y Sarai Estremera), bailando en rincones de la urbe, no acondicionados ni pensados para la danza. Angostos, claustrofóbicos… no lugares que reivindican la importancia de espacios ideados y adecuados tanto para creadores e intérpretes como espectadores. Un informativo vídeo sobre uno de los muchos aspectos de la situación de la danza de por aquí, en el que además del tono reivindicativo, llama la atención el gran sentido del humor y respeto que se respira en las intervenciones, muy marcado en el momento puertas giratorias y personal de seguridad.