Crónica de Trayectos. Festival de Danza Contemporánea en Paisajes Urbanos. Del 23 al 26 de junio de 2016
Dúos y solos en su mayoría, pero sobre todo una cuidada programación, termómetro de la creación actual en nuestro país y parte del extranjero (también se vieron propuestas de Costa Rica, Japón y Taiwán), definieron el pulso artístico de la pasada edición de Trayectos, Festival Internacional de Danza Contemporánea de Zaragoza, que entre el 23 y 26 de junio cumplió su décimo tercera edición. Por espacios habituales de la ciudad, convertidos en escenarios para la danza durante la muestra y nuevas incorporaciones de esta entrega 2016 (el Museo Provincial, el Centro Cultural Luis Buñuel, el Barrio Oliver y el Teatro Principal, entre otros), se sucedieron durante 3 días trabajos enmarcados en la danza contemporánea, emergente y retrato de preocupaciones coreográficas actuales, que ofrecieron amplia panorámica sin salir de la ciudad. Sórdito, pieza ganadora del Certamen Coreográfico SóloDos de Costa Rica, del bailarín y creador Gabriel Rodríguez, abrió la muestra de trabajos de calle el día 24 por la tarde y anunció cierto carácter instropectivo que acompañaría a algunos de los montajes presentados y que encontró su clímax en Esquisse, de la bailarina y coreógrafa japonesa Ruri Mitoh. Una pieza que encuentra en la búsqueda a través del cuerpo y una cuidada atmósfera sonora, su principal motor. En otra línea se mostraron los solos A Palo Seco. Redux, de la bailaora y coreógrafa Sara Cano, ejemplo de contemporaneidad flamenca e inteligente exploración creativa y corporal; Wakefield Poole, del creador y bailarín Mauricio González, agudo estudio comparativo entre el segundo acto de El Lago de los Cisnes y la película de cine porno gay Boys in the sand, dirigida por Poole (programado en colaboración con el festival Zinentiendo) y Molar, espectáculo performance de Quim Bigas, participativo y cómplice con el espectador, que reflexiona alrededor del concepto de felicidad y su contagio. La propuesta Explica Danza, de Toni Jodar y Beatriu Daniel, completó el formato de solos mostrados en Trayectos, en esta ocasión con carácter pedagógico y un resultado tan eficaz que convierte a esta iniciativa en imprescindible en la labor de difusión de la danza.
Ya en formato dúo, pasaron por el festival algunas de las propuestas más representativas de la actualidad dancística, varias de ellas con reconocimiento y galardones en su incipiente trayectoria. Eran casi las 2, de Carmen Fumero y Miguel Ballabriga; Race to Grace, de Alma Libre; Yellow Place, de La Kor´sia; Ehiza, de Héctor Plaza y Agnès Sales y Bolero, de la Cía. Jesús Rubio, dibujaron una enriquecedora panorámica coreográfica que no hizo sino devolver la calidad imperante en la creación del momento en este país. No half measures, de la compañía valenciana Taiat Dansa, pieza para cuatro intérpretes mostrada en el Museo Principal, y las compañías locales Colectivo Ambulante y Paso a 3, completaron la programación de calle de Trayectos, que encontró en la última velada del domingo 26 de junio, un concluyente cierre en el Teatro Principal de Zaragoza, espacio incorporado por primera vez a la muestra, con cuatro propuestas de dentro y fuera del país. Por un lado, LaMov, compañía residente en Zaragoza dirigida por Víctor Jiménez, mostró el buen nivel interpretativo en el que se encuentra con los trabajos Caída Libre, del creador Sharon Fridman y Lujuria, de Alessio Attanasio. Éste último, parte del programa sobre los siete pecados capitales que ultima la compañía y verá su estreno el próximo mes de octubre. Por otro, la joven aunque reconocida agrupación taiwanesa B Dance, puso en escena sus dos laureados dúos Floating Flowers y Hugin Munin, representativos del poético universo de su creador Po-Cheng Tsai.
Un acentuado carácter participativo acompaña todas las ediciones de Trayectos Danza siendo este espíritu comunicativo entre creación y público, entre lo artístico y lo social, emblema de la muestra. Se nota en el público asistente (abundante y entregado); en vecinos de la ciudad volcados en iniciativas como #EstamosBailando y el #CaminoOliver, ambas enmarcadas en el programa de danza comunitaria que viene desarrollando Trayectos, y en nuevas aventuras como los encuentros T con Danza, programados una hora antes de cada jornada de espectáculos, destinados al análisis de la danza a través de la palabra y tender puentes entre creadores y espectadores, y la Verbena Contemporánea programada el sábado por la noche en el Centro Cultural Luis Buñuel, en la que el público recogió el testigo y pasó al escenario para convertirse en absoluto protagonista. Una proyección de cine de danza a cargo del Festival Choreoscope, completó la heterogénea programación de Trayectos 2016 en la que creación y público convivieron, haciendo ciudad a través de la danza.