Dave St. Pierre (1974). Bailarín, coreógrafo, director. Canadiense. Etiquetado como el enfant terrible de la danza. Un mero provocador para unos; un artista pegado a la honestidad (de la manera más brutal y humana, más terrible y poética) para otros (ahí me incluyo). Desde 2003 viene firmando obras que sacuden la escena por diseccionar sin tapujos lo incómodo de cualquiera. Le no man´s land show (2003), la primera que firma; La pornographie des âmes (2004), Un peu de tenderse. Bordel de merde (2010, crítica del espectáculo aquí) y New Creation (2012), las protagonistas de la trilogía Sociologie et autres utopies contemporaines. En todas ellas, soledad, tristeza, violencia, ternura, desnudo y desgarro. Humanidad, al fin y al cabo. Y generosidad. La de un creador que abre de par en par las puertas de su universo para contarlo con una franqueza que abruma. Uno de sus últimos proyectos, el documental Over my dead body estrenado este año y disponible en DVD desde el 23 de octubre, se presenta como el culmen del altruismo artístico de St. Pierre. El creador, que padece una enfermedad desde hace años por la que ha necesitado un transplante de pulmones recientemente, muestra el proceso de este padecimiento con la misma honradez artística que rubrica su discurso. Vida y obra en uno. La directora es Brigitte Poupart, también bailarina. Distribuye Les Films Du 3 Mars. El resultado, descarnadamente bello.