Al Cante. Dirección y coreografía: Juan Carlos Lérida. MES DE DANZA. Centro TNT (Sevilla). 5 de noviembre de 2014.

Se mueve Juan Carlos Lérida en el riesgo (el artístico, el escénico). Y en la búsqueda respira este bailarín y creador flamenco desde hace años, transitando por caminos en los que la exploración es llevada a inusitados (por su profundidad) lugares, tras esa excavación, teórica y práctica, que viene desarrollando alrededor de este arte tan ancestral como vivo, y por lo tanto, susceptible a toda evolución. Sus trabajos suelen brindar la cristalización de un profundo conocimiento en la materia, que el creador expone boicoteando hermetismos y aproximando al espectador a una complejidad que se torna amable en su discurso. En el trabajo presentado en el marco del Mes de Danza en Sevilla, Al cante, segunda entrega de una trilogía que comenzó hace cuatro años con Al toque y finalizará en 2016 con Al baile, el cante es el foco de estudio. Y rodeado del cantaor Niño de Elche y el dramaturgo David Montero, Lérida propone una eficaz reflexión en torno a esta expresión flamenca (con traducción en palabras y movimiento de lo real y lo mitificado del cante), presentado entre el rigor y la profesionalidad de sus tres artífices y el humor de ciertos momentos de la exposición de la obra. No andan reñidas intensidad y frescura. Y la gran complicidad de los tres protagonistas (elevada a un mayor exponente entre bailarín y cantaor en escena) devuelven un espectáculo reflexivo en su punto de partida y cercano en su declaración escénica. Toda una disección alrededor de la gestualidad y literatura del cante flamenco (así en la Tierra como en la luna) que torna en lúcido y entretenido montaje, una clase magistral de flamenco avanzado.