Es notable la asistencia en carteleras de medio mundo, incluidas las de nuestro país, de agrupaciones y creadores originarios de Asia, y de occidentales que encuentran en este continente un foco más de inspiración para sus producciones. La última década así lo confirma, y el continente asiático, en cuestiones de danza, se aleja de ese concepto de lejanía y desconocimiento con el que parece haber nacido para el mundo occidental. El virtuosismo de la danza proveniente de China; la enigmática oscuridad introspectiva del butoh; el misticismo y color de la India, ha dejado de interesar sólo a unos pocos para convertirse en nuevo reclamo dancístico para el espectador de Occidente. Se enmarcan en esta línea nombres como el Ballet Nacional de China, el Nuevo Circo de Vietnam, Hiroaki Umeda, Saburo Teshigawara, Shen Wei… y sobre todo nombres de creadores punteros de la escena internacional, que miran hacia este continente como núcleo originario de sus producciones. Es el caso de Akram Khan, nacido en Londres pero con orígenes en Bangladesh, que trabaja a medio camino entre la danza Kathak (originaria del norte de la India) y la creación más contemporánea. De Sidi Larbi Cherkoui, colaborador de Khan en la obra Zero Degrees (2005) y autor de Sutra (2008), espectáculo que él mismo interpreta junto a diecisiete monjes del templo chino Shaolín (el próximo mes de septiembre, Larbi estrena espectáculo en Londres inspirado en la obra del artista manga japonés Osamu Tezuka). El de la compañía Rubato, (en la foto) con origen y sede en Alemania y fecundas colaboraciones con agrupaciones y bailarines de China, cristalizadas en obras como Duty free (2001) y Person to Person (2002). E inluso Cesc Gelabert, bailarín y coreógrafo catalán, que se unió al bailarín e investigador de butoh Katsura Kan, para la creación de Ki (2010). Una presencia, la asiática, que va in crescendo tal y como corrobora la cartelera internacional. También la de este verano.
Shen Wei
Es este creador nacido en China, exponente internacional de la mezcla resultante de la danza originaria de su país y la creación contemporánea actual. Fue miembro originario de la primera compañía de danza contemporánea de China, la Guangdong Modern Dance, y desde 1995 vive y trabaja en Nueva York. En Estados Unidos fundó su colectivo el Shen Wei Dance Arts (además de coreógrafo es pintor y diseñador), y comenzó a desarrollar prósperas colaboraciones con compañías como la Alvin Ailey. Shen Wei es asiduo a reputadas carteleras de Estados Unidos y el American Dance Festival (ADF), suele contar con él para su programación de manera referencial. En septiembre se verá en el festival de Edimburgo.
Ea Sola
También al Festival de Edimburgo, de marcado carácter asiático en esta edición 2011, acudirá la creadora franco vietnamita Ea Sola con una producción que refleja el enorme impacto que marcó en ella el exilio que tuvo que vivir, cuando en la década de los setenta se desplazó hasta París huyendo del estrago de aquel Vietnam en guerra. Su país y su cultura empapa cada montaje de esta artista que comenzó a trabajar en los años ochenta del siglo pasado, con happenings que giraban alrededor de la memoria del cuerpo, y que ha visitado nuestro país con Air lines. De la memoria de aquellos años de violencia en Vietnam trata Drought and Rain, durísima y evocadora pieza que Ea Sola montó junto a artistas vietnamitas y que mostrará en el festival escocés. El Napoli Teatro Festival y el Sadler´s Wells londinense han coproducido esta obra.
Hiroaki Umeda
Trabaja y reside en Tokio, pero Hiroaki Umeda es una constante en la programaciones occidentales. Sus propuestas de gran impacto visual, fruto de su interés por la coreografía pero también por la imagen, el sonido y la luz, que él mismo diseña y que conforman la identidad de sus montajes, son asiduas en teatros de medio mundo, y son reflejo del movimiento que interesa a este creador japonés, eléctrico y ondulante, y que bebe del butoh, la danza contemporánea y las danzas urbanas. El festival Julidans ha acogido un programa doble de Umeda a principios de julio. El solo Holistic repulsión, frenética pieza que refleja esa disposición de Umeda por la conmoción óptica, y Repulsión, trabajo para tres bailarines de hip hop y danza butoh.
Akram Khan
En su sello coreográfico reside su identidad. Akram Khan bebió los preceptos de la danza kathak, originaria del norte de la India, a través de las enseñanzas de su propia madre, bailarina de este lenguaje. Pero también los de quienes han dibujado algunos de las prescripciones de la danza contemporánea actual. Así, interesado por su origen y devenir, a partes iguales, Khan comenzó a desarrollar un lenguaje y sensibilidad, solidificado en trabajos donde lo exótico matiza lo contemporáneo, determinante a la hora de expresar esa reflexión en torno a la identidad del ser humano, como invididuo y colectivo geográfico, que tanto le obsesiona. Bien con su propia compañía, fundada en el año 2000 en Londres, donde nació y reside, bien con asociaciones artísticas. A esta última línea pertenecen los montajes Zero dregrees (2005), elaborado e interpretado junto al creador Sidi Larbi Cherkoui, y Bahok, obra elaborada con bailarines de su propia compañía y del Ballet Nacional Chino. Al Sadler´s Wells, reputada casa de la danza londinense, llega la próxima temporada con un nuevo solo inspirado en sus raíces de Bangladesh. Desh, que así se llama la pieza, se verá en un amplio programa organizado por el teatro inglés en torno a la creación asiática, y donde se mostrarán trabajos de la Cloud Gate Dance Theatre de Taiwan, la Tao Dance Theatre y la Beijing Dance Theatre de China, y el nuevo trabajo de Sidi Larbi, Tazuka. (Out of Asia. Sadler´s Wells. Del 6 de septiembre al 16 de noviembre).
(Publicado en Susy Q. Revista de Danza. Núm. julio-agosto 2011)