Es Alain Platel creador comprometido y gusta de estar atento a la realidad personal y social en la que respira el ser humano. Y sus creaciones son testimonio. De lo religioso (Pitié!, 2008), de lo político (C(H)oeurs, 2012), de todo aquello ante lo que el individuo se torna colectivo. Para su nueva producción, tauberbach, el creador belga se ha fijado en Estamira. Un documental del realizador Marcos Prado y situado en Brasil, que narra la historia de una señora de 63 años con esquizofrenia, que ha pasado buena parte de su vida trabajando en un estercolero alimentado por toneladas de basura. Ése es el punto de partida. El resultado, una nueva creación de intérpretes al límite, de lo físico y lo emocional, plantean preguntas y remueven conciencias y emociones. En la línea de los trabajos de Los Ballets C de la B, colectivo fundado por Platel en 1984 y del que han surgido algunos de las personalidades dancísticas más concluyentes de la actualidad internacional, tauberbach se presenta como una auténtica bacanal multidisciplinar en la que la danza convivirá con la música en directo, habitual también su los trabajos de Platel. Composiciones de Mozart, Johan Sebastian Bach y Bach Tauber, bajo la dirección de Steven Prengels, recurrente colaborador, sonarán en este espectáculo, que poco después de su estreno, ya acumula una frenética agenda: la Maison de la Danse de Lyon (28 y 29 de marzo), el Mc2 Scène National de Granoble (1 y 2 de abril), el Sadler´s Wells londinense (8 y 9 de abril) y el Grec Festival de Barcelona (del 11 al 13 de julio).
(Publicada en Susy Q. Revista de Danza. Núm. marzo-abril 2014)